El própolis o propóleo es una sustancia elaborada por las abejas a partir de productos de origen vegetal para proteger sus colmenas, que actúa como antiséptico, antiviral y antiinflamatorio. Es habitual escuchar que es posible cuidar la garganta con propóleo. Veamos porqué:
El própolis tiene materias colorantes, los flavonoides como la galangina, que son las más activas en la función antiséptica. Además de esta sustancia, contiene resinas y bálsamos (un 50%), cera de abeja (un 30%), aceites esenciales (un 10%), polen y diversos materiales minerales: aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, estaño, hierro y muchos otros. También contiene provitamina A y vitaminas del grupo B, especialmente B3. Históricamente se ha utilizado para tratar catarros de las vías respiratorias altas, resfriado común, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma bronquial, neumonía crónica o tuberculosis pulmonar.
Según el departamento de Farmacología de la Universidad Complutense “El própolis está indicado para prevenir y tratar procesos infecciosos relacionados con las vías respiratorias”. También se usa propóleos en dermatología para el tratamiento de abscesos, forúnculos, sabañones, grietas o verrugas. Como vemos este recurso básico de la naturopatía tiene muchas aplicaciones, pero una de las más interesantes es la de cuidar de nuestra garganta y nuestras cuerdas vocales.Tanto el frio como un uso indebido pueden hacer que la garganta y la voz se resientan. Como bien saben los profesionales que usan la voz como herramienta de trabajo el tratamiento con extracto de propóleo, o mucho mejor, con un spray que nos permita administrar el producto justo en la zona afectada, nos ayudará a recuperar la funcionalidad de las cuerdas vocales lo antes posible.
Es bastante común que los logofoniatras lo recomienden como tratamiento complementario a sus pacientes: profesores, locutores, cantantes… Para este uso también son muy efectivas las grajeas o caramelos de miel y propóleo, que suavizan la garganta y relajan las cuerdas vocales. Si es importante diferenciar entre el picor de garganta propio de un virus del originado por el polvo, por una reacción alérgica o por haber gritado o usado la voz en exceso. El picor asociado a un proceso vírico puede ir acompañado de malestar, de sensación de pinchazos, y si no se cuida bien puede derivar en una infección bacteriana como faringitis o anginas. El poder antiséptico y antiviral del própolis nos ayudará a controlar este proceso. Sin embargo el picor originado por un mal uso, o abuso, de las cuerdas vocales, tiene su origen en una inflamación o irritación de la laringe, y va acompañado de una sensación de tensión en la zona. En este caso, son las virtudes antiiflamatorias del propóleo las que nos ofrecerán alivio.
Si sufrimos a menudo de problemas de garganta, otras plantas que nos pueden servir de ayuda son las hojas de la salvia y el aloe vera. Ambas tienen en común unas sustancias que tienen un efecto protector ya que revisten la parte interna de la garganta y la aíslan de los contaminantes, del contacto con el moco, el humo, el polvo, y cualquier elemento irritante. Además estas plantas también resultan muy hidratantes, tienen un efecto suavizante y promueven una curación natural del propio cuerpo. El Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Móstoles nos recuerda que los antibióticos están contraindicados Frente a gripes y resfriados. Es preferible recurrir a un producto natural con efecto antiviral como el própolis, que podemos encontrar en cualquier farmacia o herbodietética.
Debido a la efectividad del propóleo, muchos laboratorios han desarrollados productos que lo combinan con otros componentes fitoterapeúticos para conseguir el mejor tratamiento para cada problema. Es importante dejarse aconsejar por el profesional de la herboristería o por el farmacéutico que nos indicará el producto más adecuado a nuestras necesidades. Si es importante optar por un producto estandarizado y a ser posible ecológico.
