Manteca de karité

Manteca de Karité, preciado tesoro

La manteca de karité es uno de los productos de cosmética natural más usado, es una buena alternativa a cualquier crema, que sea facial o corporal. Va bien para todo tipo de pieles, sobre todo las pieles secas, irritadas y sensibles. Además, es un magnífico ingrediente para épocas invernales en las que nos encontramos más expuestos al viento y la sequedad.

Este preciado tesoro, se obtiene de la presión mecánica de la nuez del fruto del árbol de karité que proviene del oeste de Africa. Su consistencia es como el de una mantequilla y para poder usarla tendremos que coger una pequeña cantidad, frotarla en las palmas de las manos hasta que se haya deshecho. Se puede usar sola, añadir a nuestras cremas caseras, ungüentos (ver receta dentro) o jabones. Conviene saber que los aceites esenciales se mezclan muy bien con esta manteca.

No es extraño encontrar este buen producto en muchos cosméticos que hay en el mercado. Lo reconoceremos porque en la lista de ingredientes aparece como, butyrospermum parkii, shea butter o vitellaria paradoxa.

Gracias a su composición rica en ácidos grasos, fitosteroles y vitaminas A y E, la manteca de karité tiene propiedades hidratantes, nutritivas, reparadoras, cicatrizantes, regeneradoras, y ligeramente anti-inflamatorias. Protege la piel del sol con un factor 4, previene de las alergias del sol y prolonga el moreno.

Puedes probar la manteca de Karité 100% pura de la marca Taller Madreselva. Según su web “es una manteca sin refinar, tiene propiedades  hidratantes, emolientes, nutritivas y previene el envejecimiento de la piel. Es excelente  para el cuidado de la piel y cabello debido a su alta concentración en ácidos grasos”. Detallan además las siguientes propiedades:

  1. Cualidad emoliente por lo que proporciona textura suave y aterciopelada a la piel.
  2. Alto contenido en ácido linoleico, la Manteca de Karité refuerza la capa de protección de la piel, protegiéndola de las agresiones externas (frío, calor, viento…).
  3. Calma, suaviza, revitaliza y mejora la flexibilidad de la piel.
  4. Previene y trata las arrugas, así como el envejecimiento cutáneo.
  5. Propiedades antiinflamatorias.
  6. Ayuda a prevenir la formación de estrías.

Fuente: Tu Taller Natural y Taller Madreselva

 

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