Aceite de sésamo, la esencia ayurvédica
El ajonjolí, la semilla del Sesamum indicum nos da este espléndido aceite. Es el aceite de uso común en el sur de la India, y se utiliza de forma habitual como potenciador de sabor en el este de la India, en China y en Corea. Sabroso y aromático lo encontramos en las salsas de curry, en hummus, etc. El sésamo fue el primer cultivo específico del hombre para la obtención de aceite, el nombré hindú para aceite deriva de la palabra sésamo, y ya se mencionaba en los Vedas, considerándose un alimento sagrado.
Rico en ácidos grasos esenciales, contiene una elevadísima cantidad de vitamina E (aunque también K, ácido fólico, biotina) y en minerales (calcio, magnesio, potasio, hierro, selenio, cromo). Además de contener lecitina (mezcla de fosfolípidos) contiene lignanos (sesamina, sesamol, sesaminol, pinoresinol, etc) que le confieren gran capacidad antioxidante, lo que junto con su contenido en ácidos grasos esenciales (un 44% de linoleico) y en ácido oleico (39%), aconseja su uso en la prevención de enfermedades cardiovasculares, disminución de los niveles de colesterol LDL, mejora de la circulación sanguínea, trastornos en el metabolismo de las grasas, etc. Es el aceite más rico en fitoesteroles, sustancias que disminuyen el colesterol en sangre.
Es un nutriente excepcional para la piel (tanto ingerido como alimento, como en uso tópico en masajes, etc), agente antiinflamatorio natural, dexintoxicante en dietas de adelgazamiento, estabilizante del sistema nervioso (contra el cansancio y el agotamiento). Posee también un cierto efecto laxante, por lo que no debe de utilizarse en estados diarreicos. Perfecto en crudo para aliñar ensaladas, dar un toque de sabor a sus guisos favoritos, potenciar sabores de verduras o pescado cocinados añadiendo unas gotas en crudo, o también para cocinar a altas temperaturas en Wok (es un aceite extremadamente estable al calentamiento). Recomendado para: Corazón, colesterol, antienvejecimiento (antioxidante).