El turismo responsable busca el establecimiento de modelos de desarrollo turístico sostenibles y específicos para cada destino, un desarrollo sostenible que está fundamentado en el desarrollo de tres pilares fundamentales y complementarios, además de indisolubles: un pilar social, uno económico y un pilar medioambiental.
El turismo responsable denuncia los impactos negativos del turismo en las sociedades anfitrionas y la imagen distorsionada que los visitantes pueden hacerse; esta práctica de turismo responsable valora y reclama la responsabilidad de todos los implicados a la hora de favorecer modelos turísticos sostenibles.
El turismo responsable constituye a la vez de un eje fundamental, una de las herramientas de cooperación al desarrollo más eficiente que existe. Así ha sido reconocido de forma reiterada por diferentes agencias de Naciones Unidas y organizaciones internacionales.
La práctica de un turismo responsable se puede, se tiene y se debe extrapolar a cualquier lugar del mundo, no tiene por qué estar directamente relacionada con la práctica de viajar a países en vías de desarrollo, puede ser perfectamente desarrollado en los países avanzados, es más, las estrategias del turismo responsable en los países desarrollados debieran de servir de ejemplo para con el resto.
El turismo responsable defiende una filosofía de vida que: «Es respetuosa con el entorno natural, contribuye a la prosperidad local y es sensible con las particularidades de la cultura del lugar». Las personas turistas que viajan de una manera responsable tienen asimilado el papel de responsabilidad social, económica y medioambiental que tiene su viaje, por otro lado las personas turistas que viajan de manera entendida como convencional, delegan estas responsabilidades en los alojamientos o empresas turísticas que gestionan sus vacaciones y desatienden en este periodo sus compromisos con la reducción de impactos negativos. «Resulta triste que mucha gente no viaje más que con hoteles con todo incluido, donde visita otro país pero se queda dentro de una burbuja», desde el punto de vista social, económico y medioambiental.
Los ‘mega-resorts’ turísticos son un desastre total, y su impacto daña gravemente tanto el entorno como a la población local. Por eso, el turismo responsable anima a los viajeros a pasar más tiempo en el destino para que dé tiempo de conocer su cultura mejor, estar menos tiempo en el transporte, alojarse en hoteles de propiedad local, emplear un guía local, comprar cosas del lugar, viajar de forma consciente y con la mente abierta, informándose bien sobre la actualidad del país, sus códigos culturales y al menos unas palabras en la lengua local. Las personas y organismos que apuestan por el turismo responsable, tienen la certeza que algunas cosas están cambiando y, así, se está reconfigurando el concepto de turista, ya que actualmente la o el turista goza de un mayor acceso a la información, comienza a ser consciente de la repercusión de sus acciones y las experiencias de viajes interculturales se han multiplicado.
Una nueva conciencia global está colocando en la agenda internacional la lucha contra el cambio climático y conceptos como sostenibilidad, derechos humanos, consumo sostenible o interculturalidad, y ya no nos son patrimonio de una minoría ideologizada. Por eso, el turismo responsable supone una forma de viajar que se replantea las actitudes habituales en multitud de viajes y posibilita que el turista o viajero ayude a mejorar las condiciones de vida en muchos lugares del planeta, sin dejar huella ecológica. Así, cada vez son más el número de personas conscientes de la repercusión y efectos de nuestros actos cotidianos, no sólo en relación con el medio ambiente sino también con las personas.
El turismo es una fuente de ingresos importante para el crecimiento y desarrollo de la economía de un país directa e indirectamente, la industria del turismo es considerada como una importante fuerza motriz del desarrollo económico de un lugar (país), ya que a través de esta actividad el turista consume ocio, cultura, productos, bienes y servicios.
Sin embargo, la realidad actual nos demuestra que el turismo provoca un impacto socioeconómico, ambiental y cultural negativo en la sociedad receptora si este no tiene en cuenta una serie de variables. Por este motivo se empieza a desarrollar el concepto de turismo responsable, como medida inclusiva de buenas prácticas respecto al “turismo de masas”.
El objetivo final del turismo responsable es el desarrollo socioeconómico de la sociedad en general, para no tener un impacto medioambiental, social y económico en la zona que se visita. Respeto hacía la cultura local y patrimonial: La gestión de los recursos turísticos y sus beneficios deben estar directamente relacionadas con la población local, ya que se re-invertirán en la propia comunidad apoyando el crecimiento y desarrollo socioeconómico y sostenible de la región. Las políticas municipales deben contemplar esta línea de turismo dentro de sus programas de
desarrollo.
Las bases del turismo responsable pueden y deben aplicarse a cualquier destino mundial, no solo en los viajes a paises en vias de desarrollo. Los trabajadores y trabajadoras deben tener unas condiciones de trabajo y una remuneración digna, estimulando su desarrollo personal y la toma de responsabilidades.
Combatir el trabajo infantil y turismo sexual con un turismo basado en el aprendizaje intercultural, entendiendo este como un turismo que tiende puentes para el conocimiento y respeto mutuo entre los turistas y la población local que visitan. Fruto de reflexiones en el mundo de los viajes, se está impulsando el turismo responsable en multitud de países, una forma de viajar que se replantea las actitudes habituales en los viajes y posibilita que el turismo ayude a entender las variables culturales y mejorar las condiciones de vida en muchos lugares del planeta. Además, ofrece a los turistas nuevas y genuinas experiencias, en contacto directo con la población local, en escenarios naturales y culturales que no han sido adulterados. En muchos rincones del planeta existen iniciativas de turismo responsable debidamente acreditadas por organismos independientes.
Iremos dando a conocer esas iniciativas y haremos sugerencias de ideas de viajes responsables por todo el Mundo. El camino es largo, pero aquí comienza nuestra apuesta por concienciar por un turismo más responsable y sostenible, acorde con nuestra filosofía de vida.
¿QUÉ DEBE TENER UN VIAJE PARA SER MÁS RESPONSABLE?
• Debe promover el uso del transporte público y la bicicleta.
• Debe reconocer, valorizar y respetar la Cultura, la tradición y sobre todo a las personas. Conviviendo con las poblaciones de acogida en búsqueda de una autentica inmersión cultural.
• Debe promover una conciencia ecológica y unas actitudes: Éticas, responsables, respetuosas, sencillas, no Consumistas.
• Debe generar recursos a las Comunidades locales, a corto y largo plazo.
• También generar ingresos para la conservación y rehabilitación de ecosistemas y patrimonio.
• Apoyar a los derechos humanos, los movimientos democráticos, la participación ciudadana y el asociacionismo.
• Luchar por minimizar los impactos indeseables del turismo, como son: el turismo sexual, la explotación infantil, el dumping inmobiliario, la evasión de divisas, etc.
• Durante el viaje se debe pensar en pequeña escala. El uso de bienes y servicios locales y de escala familiar beneficia a la comunidad de acogida, el grupo de viaje reducido, permite interactuar con la población local y conocer a otras personas.
• Debe proteger el Medio ambiente: Conservar recursos, minimizar los residuos, proponer medidas paliativas o compensatorias de efectos negativos, como, por ejemplo, las emisiones de CO2 del vuelo.