El melón es el fruto de la melonera, planta que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas, que producen frutos generalmente de gran tamaño y protegidos por una corteza dura. Su origen es de Asia Central y de África, crece en climas cálidos y no muy húmedos, y necesita mucha luz. Es durante los meses de verano, cuando se cosechan los melones cultivados al aire libre, cuidando que el fruto esté completamente maduro y haya desarrollado el sabor y aroma dulce tan particular.
Este fruto nos aporta muchas vitaminas, hidrata el cuerpo y tiene un sabor dulce muy refrescante que lo hace ideal para estos días de calor. Y como no, si está compuesto en un 90% por agua y aporta muy pocas calorías. Los distintos tipos de melones tienen propiedades muy parecidas, una de las pocas diferencias relevantes es que los melones naranjas aportan más betacarotenos que los verdes.
Propiedades:
– Aporta vitamina A, lo que nos ayuda a evitar la sequedad en las mucosas y en la piel.
– Aporta vitamina E, un poderoso antioxidante que previene el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
– Es muy diurético y actúa como un laxante suave, por lo que elimina toxinas y ayuda a neutralizar la acidez.
– Previene manchas en la piel gracias a la eliminación de toxinas, ya que muchas de las manchas se deben a la manifestación de toxinas que se encuentran dentro de nuestro organismo.
– Aporta fibra, potasio, calcio, ácido fólico y zinc.
– Previene la gota, la artritis y nivela el colesterol alto.