aceite de girasol

Aceite de girasol

Aceite de girasol, rescatando lo perdido

De las semillas del Helianthus annuus, también conocido como calom, jáquima, maravilla, mirasol ó girasol, se obtiene este magnífico aceite. Durante su fases de crecimiento los girasoles acompañan el movimiento del sol, aprovechando más energía solar que cualquier otra planta, hasta 2.000 semillas por cabeza floral. En pocas ocasiones la industrialización alimentaria ha pervertido tanto un alimento.

Del sabor insípido y neutro, de color amarillo pálido casi transparente, de los aceites de girasol refinados que encontramos en los supermercados, pasamos a un aceite ecológico virgen, extraído en frío de color intenso, fuerte aroma, sabor delicado y delicioso a pepitas de girasol, con seguridad uno de los aceites con características organolépticas más nobles, para el aliño de ensaladas, preparación de mayonesas, unas pocas gotas de aceite crudo potenciarán el sabor natural de las verduras recién cocinadas.

Es uno de los aceites más ricos en vitamina E y uno de los más insaturados (87%), con un elevadísimo contenido en el aceite graso esencial alfa linoleico, 60%, precursor de prostaglandinas imprescindibles en multitud de funciones fisiológicas. Contiene además fitoesteroles que ayudan a reducir los niveles de colesterol. Se puede calentar y freír con él, pero recomendamos utilizar en crudo para disfrutar de su sabor y propiedades.

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