Un problema articular puede ser causado por múltiples factores, aunque los más corrientes suelen ser los golpes y las infecciones, además de los procesos de columna. No obstante, en naturopatía a menudo asociamos esta sintomatología al desarrollo de un problema en los procesos digestivos o a un origen psicológico.
Detallar cada uno de ellos sería muy prolijo y excedería con mucho la extensión de este artículo, aunque si podemos dar alguna pincelada que nos ayude a comprender mejor estos procesos. En este tipo de problemas es necesario un concienzudo proceso de diagnóstico para determinar el origen, ya que si se trata solamente el problema pero no el origen, se aliviará pero no curará el proceso.
Un proceso articular se define como la inflamación y/o degeneración de la articulación (artritis, artrosis). Un proceso reumático en cambio puede afectar unicamente a la articulación, o complicarse involucrando el corazón, riñones, pulmón, piel, huesos, etc. Desde el punto de vista del reuma, existen múltiples tipos como por ejemplo la espondilitis anquilosante, bursitis, tendinitis, capsulitis, artrosis (como degeneración reumática) artritis psoriásica, fiebres reumáticas, tenosinovitis, miositis, etc.
En los problemas únicamente articulares como son la artrosis y la artritis, se dan elementos comunes como el dolor, la inflamación. Y en cambio el rubor o el calor tienden a darse en las artritis y no en la artrosis. Las presiones bajas del clima suele provocar dolor, lo que se asocia al clima frío y húmedo, mientras que la presión alta barométrica suele disminuirlo.
1. Determinar el origen del proceso articular. Puede ser digestivo (hepático-vesicular, pancreático, intestinal, etc.), circulatorio, renal, pulmonar, traumático, etc.
2. Incrementar las dosis analgésicas (plantas medicinales, homeopatía, medicamentos, etc.).
3. Las plantas medicinales más aconsejadas para este tipo de procesos (reuma, artritis, artrosis, etc.), ligadas al proceso inflamatorio, suelen ser ulmaria, sauce, ortosifón, etc.
4. Las plantas medicinales aconsejadas en caso de infección suelen ser tomillo y manzanilla.
5. En el caso de un golpe aplicar sobre el traumatismo arcilla verde preparada con agua, limón y caléndula, lo que hace baje más rápido la inflamación.
6. Si lo que hay que combatir es el dolor, el harpagofito es la planta adecuada (mejor en comprimidos, en este caso por su mejor biodisponibilidad).
7. Si el problema articular va ligado a un proceso digestivo/renal/etc., conviene añadir al tratamiento de fitoterapia que se utilice para mitigar los síntomas otras plantas para tratar el problema en función del origen.
8. El silicio orgánico es un gran aliado tanto en los usos internos como en el externo (puede ingerirse o aplicarse directamente, en forma de pomada o ungüento).
9. Un proceso articular tiene remedios diferentes en función de su origen y evolución. (En las tiendas especializadas existen productos para tratar cada caso general).
10. Un remedio muy utilizado por los naturistas son los oligoelementos que en una sinopsis rápida podíamos resumir así:
Reuma: Cobre en las inflamaciones. Fósforo, en las contracturas musculares asociadas y alteraciones ligamentosas. Potasio, en los daños musculares. Azufre, en los procesos articulares, mejora su evolución. Manganeso-Cobalto, imprescindible en procesos artrósicos generales crónicos.
Artritis: En fase aguda; Manganeso Cobre, Cobre, Potasio, Azufre. Fase sin inflamación; Manganeso Cobre, Magnesio, Manganeso Cobre Cobalto.
Artrosis: Manganeso Cobalto, Azufre, Potasio, Magnesio, Cobre, Cobre Oro Plata.
Desgraciadamente, algunos de estas mezclas no pueden encontrarse hoy en herboristerías en España, fundamentalmente las que llevan cobalto, oro y plata.