Este impulso puede ser percibido como un movimiento respiratorio sutil en todas las estructuras que componen el sistema Craneosacral (encéfalo, médula espinal, líquido cefalorraquideo, meninges, huesos craneales, vértebras, pelvis, y sacro) que se transmite también a todos los órganos y tejidos corporales. La potencia y calidad con que emerge y se transmite este impulso a todo el organismo, determina su estado de salud y vitalidad.
¿Cómo Funciona la terapia craneosacral biodinámica?
Durante la sesión, el paciente siente el contacto ligero de las manos del terapeuta entrenado en escuchar los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos, sus pulsaciones y patrones de congestión y resistencia. Esta escucha proporciona información importante sobre el funcionamiento de la persona en su totalidad. En respuesta a los golpes físicos, miedos, tensiones y problemas emocionales etc., los tejidos del cuerpo se contraen.
Esta contracción, sobretodo si el golpe ha sido fuerte o el trauma emocional intenso, queda contenida en el cuerpo, limitando su buen funcionamiento y creando restricciones que provocan problemas que pueden durar años. Las alergias, artritis, ansiedad, estrés, migrañas, hernias, diabetes, depresión, asma, etc. son ejemplos de ello. El movimiento Craneosacral las refleja como áreas de congestión o restricción. Un terapeuta experimentado puede percibirlas y trabajar con ellas. Él utiliza sus manos para reflejar al cuerpo del paciente el patrón que esta conteniendo, y al hacerlo este tiene la oportunidad de soltar ese patrón restrictivo y encontrar una nueva forma de organizarse.
Ya que el conjunto cuerpo-mente es un sistema espontaneamente auto-organizado, al recibir la información correcta de su propio desequilibrio, tiene la capacidad de reequilibrarse por si mismo.
Siguiendo este principio fundamental, el terapeuta nunca impone nada sobre el cuerpo de la persona, ni fuerza a su organismo a hacer algo para lo que todavía no está preparado. Es el mismo sistema del paciente el que lleva la directriz de su proceso de curación. El terapeuta Craneosacral sintoniza con la sabiduría interna y la inteligencia corporal del paciente, siguiendo las pautas que este le indica, ya que nosotros no solemos ser conscientes de donde viene nuestro dolor y conflictos emocionales, aunque estos se encuentran en nuestro cuerpo y mente, creando nuestras enfermedades y sufrimiento.
Lo más importante de la terapia es que vayamos descubriéndonos a nosotros mismos y generalmente es necesario realizar una serie de sesiones para obtener todos los beneficios que esta ofrece. Porque liberándonos de todo lo que hemos construido para protegernos de situaciones y recuerdos dolorosos, nos ayudamos a reencontrarnos con nosotros mismos, libres de emociones toxicas, que nos impiden darnos cuenta de quienes somos en realidad.
Conforme que se vayan liberando las áreas de congestión, también se libera la energía que estábamos utilizando para mantenerla. Asi que nuestra vitalidad corporal y claridad mental irán aumentando, produciendo además una sensación de paz profunda en nuestro Ser.