FITOTERAPIA
La fitoterapia nos ofrece remedios para controlar la ansiedad, calmar el estrés, y, finalmente, conciliar el sueño, sin los efectos secundarios de los preparados farmacológicos. La PASIFLORA está indicada en casos de insomnio, ansiedad, nerviosismo, taquicardia, irritabilidad, palpitaciones, alteraciones del sueño, etc. Ensayos farmacológicos han puesto de manifiesto su efecto sedante e hipnótico, así como ansiolítico. También la VALERIANA es una planta que ha sido utilizada por sus propiedades medicinales desde la época de los griegos y los romanos por sus efectos sedantes y como inductora del sueño.
El efecto del LÚPULO sobre el sistema nervioso central, especialmente en las alteraciones del sueño, ha sido bastante estudiado en ensayos clínicos, y la MELISA se utiliza tradicionalmente por sus propiedades sedantes, ansiolíticas, y espasmolíticas.
El HIPÉRICO, como ansiolítico, y otras plantas como la MANZANILLA, la AMAPOLA, la TILA, el ESPINO BLANCO o la LAVANDA, tienen propiedades beneficiosas si sufrimos de insomnio. Existen numerosos preparados completamente naturales que incluyen estas plantas como ingredientes; recomendamos consultar al naturópata sobre el más conveniente en cada caso.
AROMATERAPIA
Los aromas y aceites esenciales actúan sobre nuestro estado de ánimo, y pueden ayudar a relajarnos y conseguir un efecto sedante. La LAVANDA calma los nervios y la digestión, es antidepresivo, alivia el dolor y reduce la presión sanguínea. El aceite esencial de lavanda contiene linalol, que afecta a la neurotransmisión y disminuye la tensión arterial, produciendo una disminución de las ondas cerebrales asociadas con el estado de alerta y el despertar. Por ello perfumar la almohada o darse un automasaje con aceite de lavanda antes de dormir favorece el sueño.
BENJUÍ: Con un efecto efecto sedante y relajante. Totalmente antiestres. Además de ayudar a limpiar bronquios y respirar más profundamente.
JAZMÍN: tonifica los nervios cansados y ayuda a respirar, relajante y sedante.
MANZANILLA Y MANZANILLA DULCE: reduce la ansiedad y favorece el sueño. Beneficiosa para niños pequeños.
MEJORANA DULCE: si no puedes dormir a causa de resfriados, catarros, y dolores de cabeza o musculares.
MELISA: muy efectivo en casos de insomnio o tensión nerviosa, tonifica los nervios y mejora nuestro estado de ánimo.
SÁNDALO: Utilizado desde la antigüedad ayuda a relajar los nervios y estados ansiosos, antidepresivo.
TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
Practicar alguna técnica de relajación, especialmente las que hacen hincapié en un control respiratorio, ayuda a controlar el estrés y por tanto el insomnio derivado de este. Si nos decidimos por utilizar una grabación o música de relajación, acompañada de unos ejercicios respiratorios sencillos (inhalar y exhalar de forma profunda y rítmica mientras intentamos dejar la mente descansada), todas las noches en el mismo lugar y a la misma hora, nuestro organismo tomará poco a poco esta rutina como el preludio al sueño, y los resultados serán sorprendentes. Disciplinas como el Yoga y el Tai-chi ayudan a conocer y focalizar nuestra propia energía, y pueden ser de gran ayuda para los pacientes con insomnio crónico.
MASAJE TERAPEÚTICO
El masaje es muy recomendable para las personas cuyo insomnio deriva de una patología que les causa dolor y les impide el descanso. Los problemas articulares y los dolores posturales pueden ser aliviados con ayuda del fisioterapeuta, lo que derivará en una mejor calidad del descanso. Nosotros mismos podemos practicar en casa el automasaje o dar masaje a quien padece insomnio, utilizando a ser posible un aceite apropiado (lavanda, mejorana…). El contacto ayuda a la relajación, a desbloquear la energía y a liberar endorfinas que disminuyen la ansiedad.
REFLEXOLOGÍA
Debido a que el insomnio se debe en muchas ocasiones a una alteración en el sistema nervioso, la reflexología ofrece muy buenos resultados tratándolo. Al ser esta terapia una disciplina basada en el trabajo del sistema nervioso y sus respuestas reflejas, es muy efectiva cuando el insomnio tiene un origen psicosomático.
HOMEOPATÍA
La homeopatía resulta muy útil para combatir el insomnio, ya que actúa sobre el fondo de la persona, ayudando a una regulación natural del propio organismo. El especialista escogerá el tratamiento necesario según el origen del problema. Por ejemplo, Argemtum Nitricum para tratar el producido por la angustia ante acontecimentos venideros, Kalium Phosphoricum para el insomnio derivado del agotamiento mental… Es necesario acudir al homeópata para que haga un diagnóstico efectivo.
FLORES DE BACH
Al igual que la homeopatía pueden resultar eficaces, pero el especialista tendrá que definir la causa del insomnio y otros posibles problemas emocionales del paciente para prescribir la combinación más efectiva, que siempre será “a medida”.
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
El 5-HTP (5-hidroxitriptófano) estimula la producción de serotonina y ayuda a relajarse. También es útil en casos de depresión. Así mismo, los alimentos que contienen triptófano, como la leche, pollo, pavo, atún, yogur o soja, pueden servirte de ayuda si el insomnio se deriva de una alteración hormonal del ciclo de sueño-vigilia.
La vitamina B6 también está implicada en la producción de serotonina y otros neurotransmisores que promueven el sueño, y la falta de vitamina B12 también se ha asociado con el insomnio. En general, un suplemento de diversas vitaminas del grupo B pueden ayudarnos a dormir mejor y también a aliviar el estrés. Los suplementos de calcio y magnesio suelen ser también útiles en casos de insomnio. Además, encontrarás estos minerales en alimentos como nueces, almendras, avena, semillas de girasol, semillas de sésamo y verduras de hoja verde.