Nombre Botánico: Valeriana officinalis L. INGLÉS: Valerian. FRANCÉS: Valériane, herbe aux chats. ALEMÁN: Baldrian. ITALIANO: Valeriana. PORTUGUÉS: Valeriana, erva-dos-gatos. EUSKERA: Belar bedeinkatu, ardibelarri. CATALÁN: Valeriana, herba gatera. GALLEGO: Herba bendita, erva-dos-gatos. FAMILIA: Valerianáceas.
PARTES UTILIZADAS.- La raíz y el rizoma.
DESCRIPCIÓN.- Magnífica planta herbácea, vivaz que muere en otoño y renueva sus partes aéreas la primavera siguiente. Tiene una cepa o rizoma subterráneo del que brotan entre 8 y 15 raíces divergentes, blanquecinas y pequeños tallos subterráneos que crecen de forma horizontal como las raíces. Presenta un tallo completamente hueco, erguido, robusto y estriado, foliado y ligeramente velloso, que pueden alcanzar más de un metro de altura. Las hojas están partidas en hojuelas puntiagudas y dentadas; se distribuyen enfrentadas a lo largo del tallo y tienen un sabor amargo intenso. Florece en primavera y verano, dependiendo del terreno y la altitud, con numerosas flores pequeñas de color rosa claro, agrupadas en corimbos terminales. Cáliz invisible, la corola rosada en forma de tubo de una sola pieza.
Su fruto es seco, coronado por un penacho plumoso y con una única semilla. Las raíces frescas tienen un ligero sabor dulzón, picante y amargo. La raíz, al secarse, despide un fuerte y desagradable olor que se debe a la hidrolización de los ésteres isovaleriánicos en ácido bornil-isovaleriánico.
HÁBITAT.- La valeriana prefiere las zonas en sombra y frescas, requiere suelos profundos y de textura media. Se encuentra en los bosques aclarados y en los linderos de éstos, en prados húmedos y en las riberas de los ríos de Europa desapareciendo en la región mediterránea. En España crece en los Pirineos, Cordillera
Cantábrica, Asturias y las montañas del sur de Aragón. La valeriana es muy común en toda Europa, y está muy extendida en el Cáucaso oeste y centro de Asia, existen unas 250 variedades distribuidas por todo el mundo. El hábitat de la valeriana no suele superar los 2000 metros de altitud, escaseando hasta desaparecer a partir de esa cota.
RECOLECCIÓN.- La recolecta de las raíces se realiza a final del verano o principios del otoño, dependiendo de la zona de recogida. Se desentierran las raíces, se las lava a conciencia con agua corriente, ayudándose de un cepillo si fuera preciso, la utilización del cepillo ha de ser superficial porque la esencia de valeriana se encuentra en la superficie de la raíz. Una vez lavada se puede colgar para secar o se colocan a la sombra, sin amontonar en un lugar ventilado.
COMPONENTES PRINCIPALES.- El aceite esencial constituye entre el 0,3% y el 1% del peso total de la raíz, contiene monoterpenos (esteres de bornilo, canfeno y pinenos), sesquiterpenos (valeranona) y ácidos sesquiterpenos menos volátiles (valerénico). Mencionar que la concentración de aceite esencial de la planta depende de factores como la altitud y climatología del lugar, época de recolección (mejor en otoño), y si es cultivada o silvestre (las raíces de la planta silvestre poseen más concentración de aceite esencial). También las condiciones de secado influyen en la concentración de aceite esencial, es imprescindible que la temperatura no sobrepase los 45º, una desecación incorrecta merma notablemente su actividad biológica.
Aparte del aceite esencial también hallamos flavonoides y lignanos. Trazas de alcaloides (valerianina, catinina y alfa-metilpirrolilcetona), Aminoácidos (ácido gamma-aminobutírico, glutamina y arginina). Aunque se ha considerado de forma generalizada que los principios activos de la planta (baldrinal, valepotriatos, valtrato) le confieren las propiedades, numerosos estudios sugieren que no se puede atribuir las propiedades a una u otra sustancia aislada, sino al complejo fitoterápico global de las plantas.
PROPIEDADES Y ACCIÓN.-
ACCIÓN SEDANTE Y SOMNÍFERA.- La acción más conocida y reconocida es sobre el sistema nervioso como tranquilizante, sedante y favorecedora del sueño. Aunque esta acción sedante en dosificaciones más bajas, y de forma ocasional, ha producido el efecto contrario. Se muestra eficaz en todas las distonías neurovegativas (dolor de cabeza, nervios en el estómago, arritmias, irritabilidad, palpitaciones, colon irritable, ansiedad, angustia, temblores) debido a que una de sus acciones principales consiste en regularizar y atemperar el tono vegetativo mejorando todos los disturbios de orden psicosomático.
La ESCOP (European Scientific Cooperative on Phytotherapy) la considera útil en el alivio de cuadros de tensión nerviosa leve y en la dificultad para conciliar el sueño. También la EMA (Agencia Europea del Medicamento) acepta esta indicación como uso médico de los extractos hidroalcóholicos y el uso tradicional de la planta, tintura, aceite esencial, zumo de raíz fresca y extractos acuosos para aliviar la sintomatología del estrés mental y como ayuda a la hora de conciliar el sueño).
ACCIÓN ESPAMOLÍTICA.- Esta acción viene en gran parte ocasionada por la sedación central que produce esta planta, en particular, sus principios activos isovalerianato de bornilo y la alfa-metilpirrolilcentona. El alcaloide alfa-metilpirrolilcetona ha demostrado, en pruebas de laboratorio, ser un antiespasmódico más potente que la papaverina y entre los diversos compuestos de la valeriana es el que parece ejercer una mayor actividad terapeútica. Por este mecanismo de sedación se explica su actividad hipotensora actuando sobre la hipertensión arterial esencial (la que no tiene una causa orgánica). La propiedad sedante es tanto física como psíquica, por esto, sus indicaciones alcanzan una amplia gama, desde las taquicardias y los síndromes dolorosos de componente espástico digestivos o ginecológicos hasta los sofocos en la menopausia.
En uso externo la aplicación en baños o compresas por su efecto analgésico resulta útil para aliviar dolores de ciática y reuma, lumbalgia y distensiones musculares. Según Pahlov en su “GRAN LIBRO DE LAS PLANTAS MEDICINALES” el baño de valeriana se prepara como sigue: “Se maceran 100 grs. de valeriana en 1 litro de agua durante 10 horas, el líquido obtenido filtrado se añade al agua del baño”, Ese mismo macerado se puede utilizar embebiendo un paño y aplicándolo en la zona a tratar.
CONTRAINDICACIONES.- La valeriana está reconocida por la Agencia Americana del Medicamento (FDA) como segura. Las reacciones alérgicas son raras. Según la ESCOP, los preparados a base de valeriana están contraindicados en niños menores de tres años.
MODO DE EMPLEO.- Infusión: 10-15 gramos de raíz por litro de agua (3-5 tazas al día). Maceración: 50 gramos de raíz por litro de agua caliente, dejar reposar 12h (3 tazas al día). Extracto seco: 200-400mg (1-2 tomas al día). Extracto fluido: 10-15 gotas (2-3 veces al día). Tintura: 3-10 ml al día. Jugo raíz fresca: 15 ml.
UN POCO DE HISTORIA.- Su uso como hierba medicinal se remonta al menos a la antigua Grecia y el Imperio romano. Hipócrates describió sus propiedades. En el siglo V y IV a.c., entre los discípulos de Hipócrates, la valeriana fue muy apreciada en tratamientos de ginecología. También Plinio el Viejo la usaba para los espasmos de la faringe. Dioscórides la describía en su Libro I sobre remedios y plantas naturales refiriendose a ella como la Gran Valeriana y la utilizó para el tratamiento de la epilepsia, la definía como sigue: “La raíz seca se cataloga dentro de los contravenenos y medicinas que protegen de la pestilencia”.
El propio Galeno aludió a sus virtudes y junto a Dioscorides la llamaron Phu. El Phu a que se refiere Dioscorides en el capítulo 10 del Libro I corresponde a la que Sibthorp designó con el nombre de Valeriana Dioscoridis, propia de Ponto y otros lugares de Asia Menor, y no a la Valeriana phu de Linné ni a la Valeriana común de Italia que creía Mattioli. En los escritos de la Edad Media, llamaban la planta “phu” haciendo una distinción entre el “phu magnum” o teríaco, el “phu vulgare” o valeriana común y el “phu minus” o “valerianilla”. Tambien es mencionada por la abadesa Hildegarda de Bingen en su tratado de Physica.
En el siglo XVII se usa en Italia como antiespasmódico y para el tratamiento de la epilepsia. Trousseau la consideraba un moderador muy activo del sistema cerebroespinal y Bouteille dice que es efectiva en el baile de San Vito (LECLERC en su obra Présis de Phytothérapie). Durante el primer imperio francés se utilizó como febrífuga sustituyendo a la quinina. Asimismo, aparece nombrada en el tomo VI de la Flora Española de Quer que dice “la valeriana es antiepiléptica, antihistérica, sudorífica, diurética y emenagoga; se da contra las convulsiones y caídas, exulceraciones de la boca y encías, y en la hemicránea y debilidad de la vista, etc.”