Cuando hablamos del invierno y de los aceites esenciales pensamos irremediablemente en catarros, gripes, resfriados, fiebres, congestión y dolores de cabeza, senos nasales, bronquios, etc. Y hablamos también del poder antimicrobiano de los aceites esenciales. Pues este es el tema de este artículo: tratar catarros con aceites esenciales, ¿ayudan realmente los aceites esenciales en estas condiciones?, ¿Qué hay de cierto y qué hay de invención en esto?
Primero aclaremos que las gripes y los catarros (o resfriados comunes) son condiciones que afectan a nuestro sistema respiratorio: nariz, bronquios, pulmones y, aunque similares en síntomas, son condiciones diferentes provocadas por virus diferentes. La gripe está causada por el virus de la influenza (del que hay dos tipos) y el resfriado o catarro común puede estar causado por 200 tipos de virus. Si decimos que los aceites esenciales pueden ayudar podríamos estar diciendo que los aceites esenciales tienen propiedades antivíricas y esto habría que ponerlo en contexto. Nadie puede negar que las plantas, en general, han ayudado y ayudan a La Humanidad en sus procesos curativos y han sido la única medicina existente durante miles de años. Hoy en día tenemos a gente que piensa que con “lo natural” se cura todo y también tenemos a los que piensan que “lo natural” es una mentira. Extremos absurdos ya que los absolutos no existen.
Pero vayamos al grano ¿qué hay de verdad en que los aceites ayudan en las condiciones arriba mencionadas? Las investigaciones se han basado más en analizar componentes aislados de los aceites esenciales que en analizar el aceite esencial al completo. Diremos aquí que hay componentes como el terpinen-4-ol (en árbol del té, por ejm), alfa pinene (presente en aceites como el pino), timol (en tomillo), 1,8 cineol (en eucalipto), citral (en lemongrass…) y algunos otros, presentes en muchos aceites esenciales, que han demostrado tener propiedades antivíricas. Entonces, sólo tendríamos que ver qué aceites esenciales tienen porcentajes interesantes de componentes de este tipo y usarlos.
Sería así de simple pero no lo es, lo interesante sería saber a qué tipo de virus nos estamos refiriendo y qué aceite esencial ha sido estudiado y se vio eficaz contra dichos virus y esa es una información más difícil de tener, esta información no está tan disponible para el público general y tampoco nosotros generalmente entendemos demasiado en estos temas. Otra cosa a tener en cuenta es que los análisis de este tipo se hacen mayoritariamente invitro, es decir, en unas condiciones que nada o poco tienen que ver con el uso en el ser humano. Son pruebas que se hacen directamente contra el virus o bacteria en un platito pero en el mundo real, el aceite esencial va a ser usado en el cuerpo de la persona, no directamente en un virus, y ahí el panorama cambia porque no sabes muy bien cómo va a reaccionar ese cuerpo o ese aceite esencial en ese cuerpo. Este es el contexto del que estamos hablando y debe tenerse en cuenta sobre todo en esas afirmaciones tajantes de algunos sectores diciendo que “el aceite esencial lo cura todo” y “que todo lo puedes tratar con aceites esenciales”.
Siempre he creído que las plantas, en general, son realmente medicina pero para usarlas como medicina debes saber de qué estás hablando y debes saber de cuestiones médicas, de propiedades y usos, de dosis, de enfermedades, del cuerpo humano, etc. para actuar con ellas de esa forma y el aceite esencial está compuesto de una química elaborada por las plantas y se trata de una química muy concentrada. Pero entonces, ¿qué nos queda a los simples mortales que no sabemos de todo esto?:
DIFUSIÓN, DIFUSIÓN Y DIFUSIÓN
Es el mejor método para mantener el aire limpio. Mezclar diversos aceites esenciales puede ser magnífico y cada uno aporta quizás una ayuda para diferentes tipos de patógenos (bacterias, virus y hongos, todos ellos son microbios). Fijaros en esta cita: “Podemos encontrar 5 organismos patógenos en el Bosque de Fontainbleau, 20.000 en un piso de Paris, 9 millones en un salón del automóvil y más o menos esta cantidad en una gran superficie (supermercado); en una mesa de trabajo hay 5 millones de microbios por metro cuadrado, en una moqueta 9 millones. En un hospital grande se podría dar el porcentaje de 10.000 por metro cuadrado. Hace muchos años, un médico puso unos cuantos (patógenos) en un frasco que contenía algunas gotas de esencias aromáticas: 40% de los microbios fueron destruidos en 20 minutos, 80% en una hora, y en 9 horas el 100%.
La administración de aerosoles conteniendo aceites esenciales debería ser una práctica común en habitaciones de enfermos, quirófanos y clínicas.” (Valnet J. 1980 “The Practice Of Aromatherapy”, UK C.W. Daniel Company Ltd). “Estas preparaciones, tanto si se vaporizan en agua hirviendo o disueltas en solventes volátiles y evaporadas en un bol de agua, pueden usarse para tratar asma, resfriados simples, bronquitis, tos ferina y enfermedades inflamatorias o bacterianas.” (Gattefossé R. 1937 “Aromatherapy”, Ed 1993: UK Daniel Company Ltd). NOTA: ambas citas tienen contextos médicos, Valnet era un médico y Gattefossé se refiere a informes médicos años antes de escribir su libro. Sólo se mencionan aquí para enfatizar una línea de actuación del uso de los aceites esenciales abandonada después de la II Guerra Mundial y que sería interesante que continuase como algo más cotidiano en ámbitos de la medicina alopática.
Pero vamos al grano: en el mercado hay mucha variedad de difusores para elegir, no vamos a complicarnos, simplemente vamos a elegir algunos aceites esenciales según necesidades y ponerlos en difusión. El procedimiento sería el siguiente, mezclar las 60 gotas en una botella de 5 ml y echar 4/5 gotas del preparado en el difusor y ambientar no más de 1h, luego apagar. Yo suelo dejarlo mucho tiempo en las habitaciones vacías y apagarlo cuando voy a estar en esa habitación. El ambiente ya está listo!. Por ejm, lo pongo en la habitación donde duermo a eso de las 9 de la noche y lo dejo hasta que me acuesto que serán las 12h. Si se trata del lugar de trabajo puede ponerse el difusor cada 1h por un periodo de 15 minutos o así.
También pueden usarse 2 gotas del preparado en baños de vapor, los típicos que nos hacían las abuelas: se hierve agua y se vierte en un bol grande, se espera 1 minuto y se le añaden 2 gotas del preparado y cubrimos la cabeza con una toalla. Veis que utilizamos cítricos en los ejemplos anteriores, apuntar aquí que son de gran ayuda porque tienen un componente llamado d-limonene que ayuda a nuestro cuerpo a estimular nuestro sistema de defensas. “Es importante recordar que mientras la mayoría de los órganos del cuerpo pueden tolerar gran cantidad de abusos, los pulmones no pueden. Las mejores medidas preventivas para el sistema respiratorio (y para nosotros en general) son aire fresco, ejercicio adecuado y una buena respiración. Entonces, si llega cualquier problema, los aceites esenciales, las hierbas y otros remedios suaves funcionarían más rápida y eficazmente”. (Wildwood C. 1996” The Enciclopedia Of Aromatherapy” USA Healing Arts Press).
Hay una serie de precauciones a seguir con los niños, los ancianos, personas muy enfermas, embarazadas y personas asmáticas para los que se requieren consejos profesionales y nada de lo escrito en este artículo sustituye tratamiento o consulta médica. Sólo se trata de un artículo divulgativo sobre algunos usos comunes de los aceites esenciales. Espero que este escrito os ayude a acercaros un poco más a los aceites esenciales y os sea de utilidad.