Dentro de las técnicas de medicinas vibracionales, la sonoterapia se está haciendo camino, de forma lenta pero segura. Empezó siendo una técnica dentro de la musicoterapia, hoy por hoy tiene una estructura propia que la hace ser una técnica específica de sanación. En este trabajo, se incluyen normalmente el poder de la intención, aunque como veremos más adelante, no es preciso e incluso es aconsejable evitar la intencionalidad. En este tipo de terapias, se tiene en cuenta, la escala de sonidos, asimilada la “música de la esfera”, ligada a los planetas (cada uno vibra en una frecuencia determinada y se asocia a las diferentes partes del cuerpo, fundamentalmente en relación con los cuerpos sutiles y los chakras correspondientes).
Básicamente se utilizan las frecuencias ligadas a los colores y las notas musicales (recordemos que una frecuencia es el número de vibraciones/segundo y que una vibración es las ondas/segundo) y para ello se tiene en cuenta que:
El color rojo, se asocia a la nota musical Do y vibra a 396 Hz, su efecto sobre el organismo es liberarlo del miedo y la culpa. El color amarillo, está asociado a la nota musical Re, vibrando a 417 Hz y su efecto sobre el organismo permite facilitar los cambios, deshaciendo las situaciones que lo tienen bloqueado. El color verde, vibra en la longitud de onda de la musical Mi a 528 Hz y su efecto sobre el organismo es la armonización y reparación del ADN, permitiéndole transformaciones y milagros (entendidos como transformaciones sin explicación aparente).
El color azul celeste, se asocia a la nota musical Fa y vibra a 639 Hz, siendo su efecto sobre el organismo el de buenas conexiones y relaciones con los demás. Los colores añil, se asocia a su vez a la nota musical Sol y vibra a 741 Hz, su efecto sobre el organismo ayuda en el despertar intuitivo. El color violeta se asocia con la nota musical La y vibra 852 Hz, su efecto sobre el organismo el de la vuelta al orden espiritual. Toda esta información, no pillará de sorpresa a los aficionados a los chakras y que es una derivación de ellos. Cuando usamos los diferentes medios acústicos para sanar, en realidad estamos armonizando las frecuencias que lo permitan, y para ello usamos los cuencos de cuarzo, el didgeridoo, los cantos gregorianos y la frecuencia de Solfeggio.
Cuando usamos lo cuencos de cuarzo, su método curativo está ligado a la resonancia entre su estructura de cristal y la red cristalina del organismo, porque los cuencos generan un patrón de onda sinusoide que resuena con las partículas de los cuerpos con los que entra en contacto. Es por lo tanto ese contacto vibracional entre el cuerpo y los sonidos del cuenco (sus sistemas cristalinos), los que permiten por efecto curativo. (Es sabido el efecto que el sonido provoca en los hemisferios cerebrales). Existen los llamado bineurales, en los que se combinan determinados sonidos que permiten armonizar la columna, líquidos y órganos, pero sobre todo a nivel celular. Ya en los Puranas (escrituras hindúes de la antigüedad) se especifica que el pensamiento (y es una vibración) suele ser amplificado hasta 15000 veces con el cristal de cuarzo. Esa resonancia puede alcanzar hasta 1 km y durar minutos hasta desaparecer (aunque en teoría prosigue hacia el infinito).
Otros cuencos como los del Tíbet (cuencos cantores) son similares a los de cuarzo aunque se fabrican con una aleación de 7 materiales (ligados a los planetas) y un mazo de madera. Su sonido más suave y mas alto y ya se usaba en el siglo V a. C. La frecuencia de Solfeggio proviene del himno a San Juan Bautista e incluyen la frecuencia (aunque después se añade una a una). Son las primeras sílabas con las que comienza el himno y sus características es que son un tono superior a la anterior y solía terminar con una vocal que se cantaba también. Las frases del himno son:
Ut (do) qúeant laxis
Resonara fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Salve polluti
Labii reatum (La obiireatum)
…Sante Ionnes
Esta última, más tardía para completar la escala con el Si. La traducción aproximada dice: para que puedan cantar, de los milagros, los siervos tuyos, a pleno pulmón San Juan disuelve los pecados, labios impuros. El canto gregoriano utilizaba esta frecuencia y provocaba sanaciones entre los feligreses… y apunto estuvo de ser rechazado por la Iglesia oficial. El Didgendoo, es un instrumento australiano de viento que en su origen es una rama de eucalipto vaciado por las termitas que provoca un sonido llamado drone, de forma rítmica, variada y que se usa por su capacidad para reconectarnos con la naturaleza, a través de la energía de la tierra al emitir armónicos de gran pureza.
Tras estas explicaciones, no cabe duda de que los sonidos curativos de la sonoterapia, tienen un futuro prometedor. No obstante, hay que decir también los mantras y los sonidos chinos curativos, así como otras técnicas entran dentro de esta terapia también.