Estamos viviendo unos momentos económicos difíciles por la crisis que estamos padeciendo, parece que nadie se salva de esta implacable situación, pero afortunadamente somos un país perfecto conocedor de momentos de carencias, sólo hay que preguntarles a nuestros abuelos. Nuestra creatividad en tiempos de crisis siempre ha estado por encima de todo y debemos saber aprovecharla. Todos sabemos cómo tenían que apañárselas nuestros abuelos para mantener un hogar en el que las familias tenían una media de entre tres y cinco hijos. ¿Entonces, qué nos asusta? Nos asusta el no poder mantener el ritmo de vida de sobreconsumo y que nos ha apartado un poco de la realidad, nos empobrecía éticamente.
Es difícil ver la crisis de forma positiva, pero la crisis nos puede ayudar a reinvertarnos, con nuevas ideas, esfuerzo y dedicación. Hemos llegado a un punto de tal consumismo que tiramos a la basura artículos que, posiblemente, no hemos llegado a utilizar ni una sola vez. Y si los hemos utilizado, nos desprendemos de ellos porque ya ¡no nos gustan!. No hablamos sólo de ropa, sino de aparatos electrónicos, artículos de decoración, gadgets, regalos, etc.
La crisis nos ha abierto la mente, volviendo a recuperar antiguos oficios. Hemos vuelto a pensar como nuestros abuelos, a aprovecharlo todo, a valorar mejor todo lo que nos rodea, a preocuparnos por cosas que antes no reparábamos, al trueque, la donación, la compra-venta de segunda mano, la reutilización y, cómo no, el RECICLAJE. Hasta hace bien poco, asistir a mercadillos de segunda mano parecía que no iba con nosotros, algo así como ser uno más en la cola del paro. Pero todo ha cambiado, no sólo estamos en la dichosa cola, sino que hasta los famosos compran ropa de segunda mano, eso sí, para ellos no se trata de ropa usada, sino que es ropa “vintage”, para darle un toque de glamour.
Da igual cómo llamemos a las cosas, lo importante es concienciarnos, sabiendo que poco a poco se va instalando la mentalidad del reciclaje, del aprovechamiento de todo lo que nos rodea, de la reutilización hasta su máxima expresión. Si algo está usado, aún no se tira, puede convertirse en una obra de arte, ¡claro que sí! . Si te sientes identificado/a, no esperes más y haz un repaso por toda tu casa, verás que muchas cosas no las has utilizado todavía, otras llevan años en un rincón, otras pueden ser útiles para otras personas, recicladas, reutilizadas,…
Si hablamos de electrodomésticos, sabremos que la cultura de la reparación que antes se tenía, se perdió, en beneficio de la compra nueva. Con la crisis se han vuelto a reparar los aparatos eléctricos, ya sean electrodomésticos o equipos informáticos. La compra de segunda mano o la reparación están siendo de nuevo las salidas más ventajosas para el usuario. Gracias a ello los nuevos emprendedores encuentran en el reciclaje uno de los mejores negocios. Todos vemos a diario cómo aparecen nuevas empresas relacionadas con esta temática: reciclaje de toner, tiendas de segunda mano, oportunidades, antigüedades, artículos deportivos, etc. Un ejemplo bien conocido es el sistema de compraventa de segunda mano Cash Converters, donde cada vez podemos encontrar más productos con poco uso y que se venden con relativa rapidez. No olvidemos las tiendas online que ofrecen infinidad de artículos ya utilizados que los propios particulares ponen a la venta. Hablamos de eBay, como mejor ejemplo, aunque no paran de aparecer muchas otras con la misma filosofía.
Estamos de acuerdo en que la recompra, la compra de segunda mano y la reutilización son algunos de los métodos que utilizamos más a menudo últimamente, pero no debemos dejar de fijarnos en la calidad de los artículos que adquirimos. Un artículo de segunda mano debe estar en perfecto estado de utilización, aunque tenga algún defecto, éste no debe impedir que el producto siga teniendo su uso original. Si hablamos de la moda, en este apartado están surgiendo verdaderos blogs en internet donde los usuarios cuelgan sus propios vídeos luciendo verdaderas obras de arte con material reciclado, ya sean vestidos perfectamente confeccionados con material recuperado de otras prendas, ya sean complementos realizados con los objetos reciclado más sorprendentes (colgantes hechos con las anillas de las latas, anillos fabricados con tuercas viejas, pendientes hechos de envases de plásticos, etc.)
Un ejemplo en la web de este tipo de ecoemprendedores que convierten viejas prendas en arte es Teddy Pets (http://www.teddypets.com), dónde encontramos unos ositos adorables realizados íntegramente con ropa usada y con un cariño del que su autora se siente muy orgullosa, y no es para menos. La idea es convertir en negocio una pasión, a la vez que se aprovecha material reciclado, sacando de donde parecía no haber nada, algo que, por lo pronto, nos lleva una sonrisa a la boca. Otra forma de revalorización de artículos es el coleccionismo, sobre todo de antigüedades.
Coleccionar cualquier tipo de artículos es una buena forma de volver a darle valor a las cosas, de conseguir que algo que normalmente se tira a la basura tenga una aceptación en la sociedad, y algo más importante, que su valor se va incrementando con el paso del tiempo. Este tipo de “reciclaje” tiene muchos seguidores y cada vez se añoran más artículos que, con los adelantos tecnológicos, van quedando en el olvido (discos de vinilo, juguetes, coches, libros, teléfonos, …) La verdad es que si no fuese por los coleccionistas no podríamos volver a ver muchos objetos que antes usábamos diariamente.
Recuerda que antes de tirar algo todavía puede tener otros usos, sino para ti, para otras personas. Recicla, reutiliza, dona, regala, aprovecha, restaura…, tienes múltiples opciones antes de enviar al contenedor algo que en su día tenía valor y que aún puede tenerlo.