Para ayudarnos a combatir estos desarreglos que nos abocan a padecer el Síndrome metabólico, podemos ayudarnos con complementos alimenticios. Para compensar los altos niveles de colesterol y triglicéridos, destacan los siguientes productos naturales entre muchos otros:
La Levadura roja de arroz rica en Monacolina A, se ha propuesto como una alternativa natural para reducir los niveles de colesterol. La Monacolina K, es químicamente muy similar a las Estatinas. Actúa contra las dislipidemias de 3 modos:
. Inhibe la producción de colesterol en el hígado, ya que contiene Hidroximetilglutaril-CoA-Inhibidor de la reductasa, que es una enzima imprescindible para producirlo.
. Aumenta la síntesis de HDL o colesterol “bueno”
. Reduce la producción de la VLDL, responsable del transporte de triglicéridos.
El Policosanol que es una mezcla de alcoholes alifáticos aislados y refinados de la Caña de Azúcar siendo su principal componente el Octacosanol. Actúa reduciendo al igual que las estatinas la síntesis hepática de Colesterol LDL, pero a diferencia de estas modulando la HMG-CoA reductasa a la par que aumenta su reabsorción hepática. Al mismo tiempo, incrementa la actividad de los receptores LDL, unión de las LDL al receptor, así como su distribución y catabolismo, lo que justifica su acción hipolipemiante. También actúa como antioxidante, evitando que las LDL sean oxidadas. Por último tiene un efecto antiagregante, antiisquémico y antitrombótico, por actuar inhibiendo la Troboxano sintetasa.
El Hidroxitirosol obtenido de la oliva, es también muy apreciado por su potencial antihiperlipidémico. La actividad del Hidroxitirosol es ante todo Antioxidante, siendo muy eficaz en las enfermedades cardiovasculares por actuar frente a la peroxidación lipídica. De este modo desempeña un papel crucial en la Ateroesclerosis, impidiendo el desarrollo del núcleo lipídico de la lesión vascular. También se han realizado estudios in vivo comprobándose la correlación entre la disminución de los niveles de LDL y de Triglicéridos y las dosis de Hidroxitirosol.
Los ácidos grasos de la serie Omega 3, son esenciales para nuestro organismo. Entre las acciones más importantes a nivel cardiovascular de los Omega 3 destacamos que actúan mejorando la función inmunitaria, disminuyendo la agregación plaquetaria, reduciendo la respuesta inflamatoria, mejorando la dilatación de las arterias y disminuyendo el nivel de triglicéridos en sangre. Todos estos factores inciden notablemente en la prevención del infarto, la hipertensión arterial y otras enfermedades autoinmunitarias. Asimismo los Omega 3 son indispensables para garantizar el desarrollo cerebral en el feto y en los menores de 2 años. Todos estos efectos beneficiosos se deben fundamentalmente a la acción de los ácidos grasos contenidos en los aceites de pescado, el Ácido Eicosapentanoico EPA y el Ácido Docohexanoico DHA. La Pantetina es estructuralmente un disulfuro del Ácido Pantoténico y se metaboliza en Coenzima A.
Se le considera la forma biológicamente activa de la Vitamina B5. Produce un efecto beneficioso en la ganancia energética, reducción del stress y la desintoxicación hepática. Modula asimismo las lipoproteínas plasmáticas, manteniendo un equilibrio adecuado entre ellas, ya que se implica directamente en la producción de energía a partir de los lípidos en el hígado. De este modo baja los niveles de Colesterol LDL y Triglicéridos, aumenta los de Colesterol HDL y mejora la fuerza de la contracción del músculo cardiaco.
Los Polifenoles y el Resveratrol entre ellos, que desempeñan un importante papel como protectores vasculares debido a que frenan la oxidación del Colesterol LDL y previenen de este modo la Arterioesclerosis. Asimismo inhiben la agregación plaquetaria, disminuyendo el riesgo de formación de coágulos o trombos que provocan infartos cerebrales o cardiacos. A nivel de coadyuvantes en los episodios de hipertensión arterial, se emplean tradicionalmente plantas como el Olivo, el Espino blanco y el Abedúl. El Olivo (Olea europea) es un árbol mediterráneo cuyas hojas son ricas en Secoiridoides, entre los que destaca el Oleuropeósido.
También se observa la presencia de Triterpenos y Flavonoides. Tradicionalmente se ha empleado como hipotensor, hecho constatado por la administración independiente de Oleuropeósido, ya que es dilatador coronario y antiarrítmico, aunque se sospecha que no será el único principio activo. También actúa como inhibidor del enzima convertidor de la Angiotensina.
El Espino blanco (Crataegus oxyacantha) es un arbusto espinoso con flores de color blanco característico de todas las zonas templadas del hemisferio norte. Entre los principios activos de la sumidad destacan Proantocianidoles, Flavonoides, Esteroles, Catequinas y Aceite Esencial en pequeñas cantidades. Se recomienda como hipotensor en diversos casos de palpitaciones, dolores cardíacos, espasmos vasculares, arritmia, y taquicardia. La actividad sobre el miocardio se debe a los Proantocianidoles. Los estudios experimentales publicados, muestran su actividad sobre la contractilidad y el flujo miocárdico así como su acción hipotensora y su propensión a reducir las resistencias vasculares periféricas. El Espino blanco se emplea también popularmente como antiespasmódico pues actúa como calmante en afecciones del sistema nervioso y en casos de insomnio e irritabilidad.
El Abedul (Betula pendula) es un árbol de hasta 30 metros. Sus hojas son simples, alternas y caducas, y mayoritariamente colgantes de un peciolo. Las hojas son ricas en Flavonoides, Aceite esencial Triterpenos y Taninos. La acción diurética azotúrica es debida a los Flavonoides, por lo que tradicionalmente se utiliza en todo tipo de afecciones urinarias, como cistitis, uretritis, litiasis, gota, etc. , así como hipotensor, ya que al reducir el contenido en sales del organismo facilita un menor volumen vascular. Varias son las plantas en las que se ha probado su acción hipoglucemiante, principalmente obtenidas todas ellas de estudios de etnofarmacología. Podemos citar:
La Achicoria (Cichoryum intybus) es una planta rica en polifenoles y fibras. La raíz de Achicoria contiene al menos un 10% de polifenoles, destacando entre ellos el Ácido Dicafeoquinolínico (71% del total). Recientes estudios han demostrado su potencial como hipoglucemiantes (Allana College of Pharmacy 2011).
El Copalchi (Coutarea latífolia) es un arbusto con hojas pecioladas ovaladas y flores amarillentas. Es originaria de México y Colombia. Su corteza tiene acción hipoglucemiante ya que presenta un heterósido amargo (el Coutareosido) que le confiere una acción hipoglucemiante activa. Esta acción es debida a una estimulación de la secreción pancreática y a un incremento directo del metabolismo de los hidratos de carbono por parte de nuestro organismo.
El Ortosifón o Té de Java (Ortosiphon stamineus) es una Lamiácea originaria del sudeste asiático. Es una planta vivaz de hojas opuestas, con flores blancas y lilas. Su nombre vernáculo es “Bigote de gato” ya que sus estambres exertos son dos veces más largos que el tubo de la corola. Las hojas son ricas en sales de potasio, terpenoides y flavonoides, entre los que destaca la Sinensatina, que ha mostrado efectos como hipoglucemiantes (Mohamed et al., 2011).
La Cúrcuma (Curcuma domestica) es una planta vivaz por su rizoma, con grandes hojas envainadoras y flores amarillas agrupadas en espiga. Se cultiva para su uso como especia, ya que es la base del curry. La Curcumina actúa regulando la producción de diversas proteínas y factores implicados directamente en la regulación de los niveles sanguíneos de glucosa (Aggarwal, 2010).
La Canela (Cinnamomum zeylanicum) es una de las especias más conocidas. Originaria de Ceilán (actual Sri Lanka) también se cultiva en China, Birmania, Islas Seychelles o Brasil. Últimos estudios sobre las propiedades de la canela se han centrado en sus posibilidades terapéuticas para el tratamiento de la diabetes tipo. A este respecto en 2003, investigadores del Departamento de Nutrición Humana de Maryland (EEUU) y Peshawar (Pakistán) llevaron a cabo una serie de estudios según los cuales la ingesta diaria de canela ayudaría a reducir los niveles de azúcar en sangre. Estos efectos se explican porque la canela contiene Cinantamina B1, que potencia el efecto de la insulina (Taher et al, 2007), regula el transporte de la glucosa y facilita la expresión genética de la producción de la insulina (Cao et al. 2011). Por último no debemos olvidar al Cromo, el cual contribuye a bajar los niveles de azúcar en sangre, ya que actúa disminuyendo la resistencia a la insulina.