El Bagua 9 en Feng Shui es el que está situado en la pared opuesta a la de la puerta en la zona del centro, es decir al fondo del plano, si estamos trabajando con el Feng Shui intuitivo y con la dirección Sur de la casa si trabajamos con la brújula. Esta área se identifica habitualmente con el poder, la fama, el honor o el reconocimiento.
Lo que tiene en común todo ello es nuestra capacidad de brillar; no en vano este bagua se denomina Li que significa fuego y por lo tanto iluminará nuestra demostración en el mundo, nuestra imagen de cara al exterior. Cuando en esta zona tenemos elementos de fuego como una gran ventana en el caso de la oficina o la cocina en el caso de la casa se supone que estamos ante la mejor de las curas.
Entonces ¿todos los que no tenemos esta distribuición aquí no podemos “brillar”? Desde luego que si. Evidentemente no es el mejor sitio para tener un baño o una fuente con gran cantidad de agua (si tiene mucha luz o es una lámpara de lava sí podemos usarla como cura). En realidad todas las curas y tratamientos que hagamos para esta área van encaminados a saber lucir lo conseguido por lo que si somos más bien introvertidos o intimistas esta zona puede incluso desajustarnos si la subimos más de lo recomendable para nuestra forma de ser que por el contrario puede ser poco para cualquier otra persona más extrovertida. Identificar lo que queremos que piensen y opinen sobre nosotros es imprescindible antes de regular este bagua.
El trigrama que acompaña este punto en Feng Shui se compone de dos líneas continuas una arriba y otra abajo y en el medio una línea discontinua que representan la característica del fuego de quemar por arriba y por debajo y estar hueco en el medio. De esta forma I Ching viene a representar que necesitamos buenas bases, activas y firmes (línea yang de abajo), poca actividad del ego para poder ampliar nuestras capacidades sin creernos que nos lo sabemos todo (línea discontinua yin del centro) y buena demostración de lo que tenemos para que los demás puedan verlo y servirles de ejemplo o base para su propio camino (línea continua de arriba yang). No podemos pensar que con querer impresionar a los demás vamos a conseguirlo si no tenemos algo realmente válido detrás.
Así que este bagua va a tener que ver con quién soy yo como persona, como ser básico y esencial, con la identidad interna y el “yo” que conforma mis bases y que puedo mostrar sin miedo a los demás; con plena confianza a los demás. Si yo no confío en quién soy o en mis posibilidades esta área se debilitará y tendremos que asegurar su libre flujo. Eso significa que tendremos que reforzarlo cuando tengamos problemas de autoestima, inseguridad, necesidad imperiosa de pasar desapercibidos. Pero serán distintos cambios los que tengamos que hacer que cuando queramos reforzarla para que los demás noten nuestros esfuerzos o confíen suficiente en nosotros como para permitirnos hacer aquello que consideramos más efectivo y mejor y de esa forma podremos conseguir el éxito, los resultados brillantes, la fama que normalmente acompañan este bagua.
Con todo lo visto podemos definir entonces esta área no como poder o fama en el sentido social ya que eso será la consecuencia y no el objetivo, que en este caso sería más bien conseguir el carisma del triunfador quizás no en sentido social pero sí a nivel personal aunque a veces tengamos que implicar también este aspecto. Por eso y porque si hemos tenido que reforzar la tortuga en el interior de la casa con el sistema intuitivo y seguimos en este mismo sistema dentro de la casa u espacio a corregir es preferible consultar a un profesional para que establezca las curas justas y compensadas al tipo de persona y lugar.