El salvado de avena es la capa más externa del grano de avena. Esta cubierta es la que contiene un tipo de fibra (soluble) que tiene la capacidad de recoger y secuestrar parte de los azúcares y grasas consiguiendo que haya una menor absorción durante el tránsito intestinal. El consumo aconsejado es de 25 gr diarios, aproximadamente la cantidad presente en dos cucharadas de salvado de avena. Si añadimos a nuestra alimentación cereales completos: espelta, centeno, kamut… Y además tomamos cantidades moderadas diarias de frutos secos: almendras, nueces, avellanas… cubriremos nuestras necesidades diarias de fibra.
¿Es igual el salvado de avena que el de trigo?
No. La diferencia viene dada por el tipo de fibra:
Salvado de trigo: fibra insoluble. La fibra insoluble, por su poder de capturar y retener agua, facilita el tránsito intestinal, aumentando el volumen e hidratación, limpiando nuestro intestino y facilitando una mejor absorción por nuestro organismo de los nutrientes presentes en los alimentos.
Salvado de avena: fibra soluble. La fibra soluble presente en el salvado de avena no puede ser digerida por nuestro sistema intestinal presentando la facultad de atrapar y secuestrar azúcares y grasa haciendo posible una menor absorción de estos. Tanto la fibra soluble como la insoluble provocan sensación de saciedad, tienen la propiedad de retener líquidos, previniendo el estreñimiento y el cáncer colorrectal.