trash art - Mary Ellen Croteau

Trash Art – La basura hecha arte

Uno de los principales problemas de la basura es que poco a poco empieza a saturar el planeta donde vivimos. El reciclaje y la reutilización ayudan enormemente a solventar en gran parte este problema. Si fusionamos reciclaje con arte, no sólo evitamos desentendernos de más basura, sino que le damos un valor añadido que, posiblemente, antes no tenía. En esto se basa el Trash Art o “Arte con basura”. Donde todos vemos nada más que desperdicios o materiales sin ningún valor, unos artistas ven verdaderas obras de arte.

Además, no debemos olvidar que, en muchos casos, este material es menos manejable que los materiales con los que normalmente se realiza una escultura, un cuadro o un objeto de diseño. El término de Trash Art significa arte encontrado u objeto encontrado, el arte es realizado con objetos que no se consideran artísticos y tienen una función no artística, siempre cuando no se oculte el origen del objeto.

Mediante el Trash Art los objetos cotidianos se sacan de su contexto habitual, obteniendo una visión distinta de ellos. Principalmente se pretende extraer sus cualidades estéticas y no funcionales. Esta corriente artística, a través de su propia técnica, consigue dar expresión a un objeto apartándolo del destino para el que fue inicialmente creado. El Trash Art remite a la posibilidad de crear esculturas, pinturas o piezas a partir de objetos o materiales de desecho o residuos, sin ocultar su origen. Artistas como Francisco de Pájaro, Tom Deininger, Tim Noble y Sue Webdter, Bernard Pras, Mary Ellen Croteau, Mark Castator, entre otros, han sabido utilizar esta corriente para lograr plasmar, no sólo su arte, sino sentimientos de denuncia ante la cantidad de basura que generamos y con la que estamos destruyendo nuestro entorno.

Nuestro referente en España, Francisco de Pájaro (nombre artístico), usa la basura que encuentra por las calles de Barcelona para crear obras “in situ”, modificando diferentes elementos sin necesidad de descontextualizarlos. Cajas, cartones, colchones o bolsas tiradas en la calle son los únicos materiales que utiliza. Lo peculiar de este artista es que no lleva sus obras a ninguna exposición, sino que las mantiene donde fueron creadas, o sea, en la propia calle. Francisco de Pájaro sabe perfectamente cómo transformar basura sin sentido en objetos vivientes, con gran humor, ironía y sensibilidad. Con su arte callejero realiza una denuncia social ante la acumulación de tanta basura sin control.

El artista estadounidense Tom Deininger, por su parte, usa la basura para construir collages y esculturas. Sus creaciones, muy elaboradas, pueden estar fabricadas, por ejemplo, a partir de cientos de colillas de cigarrillo encontradas en la playa, o por toda una serie de artículos de plástico encontrados por la calle. Tim Noble y Sue Webster, artistas ingleses, se han especializado en obras creadas a base de montones de basura, de las que obtienen su particular visión cuando son observadas desde una determinada perspectiva. Aprovechan los efectos de luz, las sombras y los colores de los materiales para lograr figuras hiperrealistas que aparecen de repente entre papeles, latas, cartones y todo tipo de residuos generados a diario.

El artista francés Bernard Pras utiliza una técnica conocida como anamorfosis, el arte de pegar objetos en un lienzo para dar la textura y dimensión al trabajo. Pras utiliza en sus creaciones sólo objetos que se encuentra, convirtiendo así la basura en un verdadero tesoro. Desde papel higiénico y latas de refresco hasta plumas de aves son algunos de los elementos que encontramos en sus obras. Este artista convierte el reciclaje en “sobreciclaje” (upcycling), aumentando el valor que tenían originariamente los elementos utilizados. Por su parte, Mary Ellen Croteau es una artista transgresora que ha alcanzado gran fama por sus obras realizadas, sobre todo, con tapas de envases. Su conocido autorretrato da fe de su depurada técnica y su perfeccionismo. Por último mencionamos a Mark Castator, un auténtico apasionado de las piezas de automoción, de las que se sirve para crear impresionantes obras de arte repletas de creatividad y buen gusto.

Son mundialmente conocidas sus obras realizadas, sobre todo, con piezas de bicicleta. El Trash Art consigue demostrar que con un pedazo de cartón, algunas bolsas sucias, unos trozos de plástico y mucho ingenio, hay gente que hace verdadero honor al arte. Afortunadamente el Trash Art tiene cada vez más seguidores, y no sólo eso, las nuevas generaciones apuestan fuerte por este tipo de arte y van surgiendo jóvenes creadores que realizan verdaderas obras de arte con estos materiales. Pero no sólo debemos hablar de arte cuando contemplamos un cuadro o una escultura. El arte también está en esas piezas artesanales que muchos amantes del reciclaje realizan para dar una segunda vida a la “basura” convirtiéndola en bellas piezas de bisutería, complementes o adornos en general. La mayoría de los desperdicios utilizados para realizar estas piezas tardarían más de 300 años en degradarse.

Ante la mirada de los que consideran que este tipo de arte es un “consumo de basura”, afortunadamente nos encontramos todos los que lo consideramos una aportación más a la conservación de nuestro deteriorado planeta. Estos pocos creen que con desechos no se puede hacer algo que valga la pena, pero muchos artesanos nos han demuestran que con materiales recuperados, reciclados o reprocesados se pueden crear verdaderas maravillas, dignas no solo para utilizar sino para lucir y presumir. Antiguamente se reciclaban retazos de tela, papel, cartón o plásticos, pero a estos materiales se han sumado envases de todo tipo, llantas de vehículos, madera, metales recuperados de diversos productos, componentes electrónicos y todo tipo de materiales desechados se en el hogar.

Tengamos en cuenta que cada habitante de este planeta produce una media de un kilo de basura al día. Este kilo diario corresponde a miles de toneladas de residuos cada año que el hombre genera y que deben ser gestionados de alguna forma. Todos conocemos de sobra este problema, por ello estos artistas utilizan este arte para denunciar el consumismo desmesurado a través de los propios productos de consumo. Anímate a seguir esta tendencia de reciclaje y empieza hoy mismo a crear tus obras, ya sea un cuadro, una escultura, unos pendientes, un portarretratos de diseño, lo que desees. Ya sabes, todo está en tu imaginación y las ganas de aportar ese granito de arena que nuestro planeta siempre nos es está pidiendo.

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