Se trata de una fruta muy popular y versátil, cuyo valor calórico es mayor al de otras frutas por su contenido en grasa. Dicha grasa es mayoritariamente monoinsaturada, pues el 72% es ácido oleico, importante por su función de regulación del colesterol y que evita el desarrollo de algunas enfermedades, como el cáncer. Además, es rico en minerales como el potasio y el magnesio, y pobre en sodio. Destaca también su contenido de vitamina E (antioxidante que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad), vitamina A y C y de ciertas vitaminas del grupo B, como la B6 o piridoxina, que colabora en el buen funcionamiento del sistema nervioso y el ácido fólico, que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Por su gran cantidad de luteína, protege contra las enfermedades de los ojos (cataratas o degeneración macular, entre otros).