La situación del tigre y la del dragón varía en función de sistemas de brújula. Para unos el tigre se sitúa a la izquierda de la casa, para otros a la derecha en función del hemisferio, según unos maestros (¿hacia qué lado gira el agua en los sumideros?), para otros depende de la cultura (más importancia o menos de los ancestros que se convierten de esa manera en dragones protectores de la vida), para otros de la fuerza telúrica de un lugar…
En resumen: la situación del dragón verde y el tigre blanco puede ser diferente según el sistema que empleemos. En el caso que nos ocupa identificamos Feng Shui Tigre Blanco con la protección que nos otorga la naturaleza, es la fuerza y la violencia que puede estar a nuestro lado o contra nosotros. Es la energía de la que depende nuestro futuro, las reservas con las que contamos para más adelante, las experiencias que acumulamos pero que no son parte de nosotros aún, que guardamos para incorporar cuando tengamos tiempo pero que mientras nos van consumiendo, nos debilitan nuestra vitalidad futura. El tigre blanco es en definitiva nuestra factura para lo que estamos haciendo.
Se coloca a la izquierda de la casa y al oeste según la brújula. Como siempre tenemos que observarlo por el exterior de la casa, no en su interior. Dentro sólo lo empleamos para hacer las correcciones. Feng Shui Tigre Blanco nos aporta también la protección. Cuando falla (está más alto que dragón) o bien no te sientes apoyado o te están diciendo continuamente qué tienes que hacer, cómo, cuándo etc. También vivir nos supone un gasto más alto del beneficio (bienestar, ilusión, fuerza vital, alegría) que sacamos a cambio. Si nuestra situación es así debemos compensar el tigre blanco dentro de la casa (¡¿no vamos a derribar los árboles, las montañas o el edificio del vecino?!). ¿Cuáles serían entonces sus símbolos?
Repito lo fundamental: debe estar más bajo que el dragón. Además si tenemos un río, una carretera, etc. que circula en su dirección (lo alimenta) también puede suponer problemas así que necesitaríamos compensar. Como hemos dicho el tigre es el responsable de nuestras facturas así que lo primero que hay que hacer es eliminar todo lo que consume más de lo que aporta, especialmente en ideas que es el campo que alimenta al tigre. Eso significa que todo aquello que represente lo que tenemos pendiente o nos hace pensar más de la cuenta (libros que tengamos para leer “cuando haya tiempo”, estudios “para cuando pueda”, proyectos mentales, etc. hay que pensar en eliminarlos, vivir más el presente. Ese es el paso cero.
También hemos dicho que se encarga de la protección que la naturaleza nos provee así que cualquier cosa que para nosotros simbolice esa protección por parte de la naturaleza nos sirve (lo que para unos puede ser por ejemplo una gruta que cobije de la fuerza de los elementos para otro puede ser una imagen claustrofóbica, así que no generalicemos). A quien le gusten las plantas y su significado tradicionalmente el romero ha sido un gran protector por lo que puede ser una planta adecuada para hacer de tigre pero tiene que ser lo bastante grande (no sirve una pequeña, debe medir al menos medio metro de alta y tener posibilidad de expandirse hacia los laterales por lo que necesitaríamos un lugar lo bastante amplio y bien ventilado). Sin embargo para los que son más emplear el color tendrán que usar el blanco como dominante, las cosas de metal que no provoquen excesivo reflejo (pero que estén en bien estado, no descascarillado ni sucio), las imágenes propias del otoño (pero no muertas, nada de hojas secas inútiles), minerales como la plata (o el oro blanco), piedras del estilo al cuarzo ahumado, el cuarzo rutilo o la amatista…
Las bolas denominadas de Feng shui (cristales facetados) pueden pertenecer tanto a las correcciones de esta área como a las de tortuga siempre que sean color transparente, no con tonalidades que pertenecerían según el color a otras áreas.