Es un ácido graso de cadena media, que se absorbe directamente en el intestino, por lo que no se almacena como grasa corporal. Es un producto muy interesante para personas sin vesícula biliar, con problemas pancreáticos o enfermedad de Crohn. Es de las pocas grasas vegetales que se mantienen sólidas a temperatura ambiente. La grasa de coco virgen es un excelente sustituto a la mantequilla o la margarina y soporta mejor que otros aceites las altas temperaturas. Se usa también para hidratar la piel y el cabello, reduciendo la pérdida de proteínas, lo que hace de él no sólo un tesoro de la despensa, sino también un gran aliado del cuidado diario.