Flor de bach – Pino
Hola, amigos. Aquí estamos de nuevo, pero pasad, que no llegáis tarde e incluso aunque lo hicieseis, vosotros nunca molestáis. Puede que hubiéseis podido llegar antes pero tampoco importa, al fin y al cabo no hay que ser perfectos. Quizás este sea el problema de nuestro personaje de hoy: se llama Flor de Bach – Pino y siempre piensa que podría haberlo hecho mejor, que va fallando a cualquiera porque es demasiado perfeccionista y autoexigente.
No importa de qué faceta de su vida estemos hablando: lo mismo da que sea a nivel familiar (en cualquier papel: hij@, madre-padre, prim@, herman@…) que laboral (compañer@, jefe, subordinad@…), amistoso o lo que sea. Y claro, se pasa de rosca: se exige más de lo que puede dar, de lo que es justo, de lo que en realidad le corresponde. Y eso les debilita. Vivir deja de ser una maravillosa, emocionante e ilusionante aventura para pasar a ser un suplicio, un sacrificio… y entienden como sacrificio algo sufriente y desagradable, cuando en realidad es una palabra que tiene su origen en sacro –sagrado- y ficio- hecho, acto- y por lo tanto es un acto sagrado.…