¿Es el rostro el espejo del alma? Sin meternos en asuntos trascendentales, tal vez nuestra cara no refleje nuestro estado espiritual, pero desde luego nuestro estado de salud, si. De hecho las enfermedades suelen dan pistas en el aspecto externo de la persona, incluso antes de dar síntomas objetivos. Los globos oculares  amarillentos indican que hay un mal funcionamiento del hígado, la diabetes puede manifestarse en una piel extremadamente reseca y escamosa, o tener las uñas de las manos de color azulado puede ser un síntoma de que existen problemas circulatorios.

Y en el otro extremo, la buena salud y una alimentación equilibrada dan como resultado un mejor aspecto; cuando estamos saludables estamos más “guapos”, aunque no sepamos decir exactamente porqué.

Igualmente el estado emocional influye en eso de “tener buena cara”. Si estamos cansados, tristes o estresados, se refleja en el rostro e incluso en la actitud corporal. Y si nos sentimos felices y relajados, hasta nuestra piel se ilumina. Esta belleza natural derivada de estar bien con uno mismo a nivel físico y mental es objetivamente percibida por los demás. Varios estudios científicos han demostrado la relación entre sonreír y el atractivo. Una investigación de la Universidad escocesa de Stirling concluyó que las personas que sonríen tienen un índice mayor de atractivo físico, independientemente de su edad o sus rasgos faciales.

¿Se puede entonces “alimentar la belleza? Esta es la base en la que se asienta la Nutricosmética, protagonista de nuestro artículo central de otoño. Los nutricosméticos nos proponen equilibrar nuestra nutrición, aportando los micronutrientres que necesitan la piel, el cabello y las uñas, para estar sanos y evitar el envejeciminto prematuro. Es un cambio de paradigma; en vez de proporcionarle a la piel hidrtación, antioxidantes o activos regeneradores desde fuera, lo hacemos desde dentro. Y en el proceso, mejoramos nuestro equilibrio nutricional y nuestra salud general.

¡Todo ventajas!
Como era inevitable, en este número también vas a encontrar muchos  artículos relacionados con el momento que vivimos. Desde cómo  reforzar de forma natural el sistema inmunitario, hasta cómo trabajar emocionalmente el miedo y la incertidumbre que genera la pandemia. Para todos es difícil la adaptación; paciencia, sentido común, respeto a la
propia salud y a la de los demás. Estamos en el camino aunque haya tramos oscuros. Buen otoño, queridos lectores.

RUTH ALDAY. Directora de Vida Natural.