Revista Vida Natural nº 40 - Invierno de 2015

Revista Vida Natural nº 40

Revista Vida Natural nº 40, edición de Invierno de 2015. Este número se centra en COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS BÁSICOS EN LA NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR e incluye colaboraciones de expertos como Fernando Béjar, Julián Marcilla, Equipo de Nutricionistas de Sbeltary, Montse Bradford, Luis Molero Alfageme, Beatriz Lavado, Mónico Sánchez, etc. La planta medicinal de este número es el BOLDO.

Editorial, por Ruth Alday

Voy a decir algo que en principio tal vez suene mal... Europa NO tiene un problema con el terrorismo. Europa, y por ende la mayoría de los países desarrollados, lo que tienen en realidad es un problema con su sistema de gestión energética, que ha propiciado las condiciones para el desarrollo actual del terrorismo. Intentaré explicarme. El petróleo es una fuente de energía sucia, y no sólo por contaminante. El control de las reservas de petróleo, gas, uranio y otros recursos energéticos mediante la violencia hace mucho que domina la geopolítica del mundo en que vivimos.

Los países productores de estos recursos energéticos altamente contaminantes, han sido históricamente escenario de intervenciones, conflictos y manipulaciones. Ser los depositarios de estos “tesoros” nos les ha reportado -salvo contadas excepciones- bienestar y riqueza, sino todo lo contrario. Las potencias industriales, cuyas economías dependen de estos recursos, han querido asegurarse de una u otra manera -colonización, manipulación política y/o económica...- el acceso a ellos. Europa, Rusia y Estados Unidos han jugado su particular partida de ajedrez sobre Oriente Medio durante más de medio siglo, levantando y derrocando gobiernos, para asegurarse el apoyo de estos a sus intereses económicos.

Conflictos como Afganistán, Irak, Libia o Siria, que generaron la creación y radicalización de grupos yihadistas como el ISIS, son algunos ejemplos de las injerencias occidentales por intereses vinculados a los recursos naturales. Y no solo eso; el petróleo financia el terrorismo. La explotación de campos petrolíferos en Irak y Siria y su exportación ilegal es la principal fuente de financiación de estos grupos armados. Seguida de cerca por las enormes donaciones “a la causa” que hacen los billonarios del petróleo de los países ricos del Golfo Pérsico. Con esto no quiero simplificar un problema que tiene innumerables vertientes: socioeconómicas, religiosas, culturales...

Hay que actuar desde todas ellas para dar con una solución válida y definitiva. Pero desde luego, un paso ineludible para acabar con esta guerra encubierta, es dejar de depender del petróleo como recurso energético. Cortar con una de la raíces -no la única, pero si la principal del problema. El mundo necesita que las economías avanzadas apuesten decididamente por las energías renovables, y no solo para intentar detener el cambio climático que ya es un hecho, sino también para mitigar los conflictos que son el origen del terrorismo yihadista que nos estremece. Me pregunto si los ataques de París pesaron positivamente en el ánimo de los asistentes a la cumbre mundial del clima unos días después; si a la hora de tomar decisiones favorables al medio ambiente tuvieron en cuenta que cerrar los grifos de petróleo es cerrar los cauces de la violencia. Creo que ser conscientes de que todo en este mundo está relacionado, y de que todos nuestros actos -por pequeños que sean- tienen consecuencias, es una buena reflexión para este último número del año. Para 2016, solo me queda desearos paz y claridad mental. Hasta pronto.

RUTH ALDAY. Directora de Vida Natural.

NUESTRA UBICACIÓN

Newsletter