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Terapias alternativas frente a la depresión

Una de cada cinco personas que acude al médico de atención primaria padece depresión, una enfermedad que podría afectar en España a casi 6 millones de personas y que es una de las mayores causas de discapacidad en el mundo. Los datos provienen de libro La Depresión en España, una radiografía de la salud mental de los españoles que, desgraciadamente, es peor de lo que se piensa. Así, cuando se habla de la depresión se dice que es una de las “epidemias del siglo XXI”. Los datos así lo corroboran: el 33-50 % de los pacientes que acude al psiquiatra padece depresión; una de cada cinco personas padecerá un episodio depresivo a lo largo de su vida, alrededor de un 14,4% de los pacientes con depresión grave se suicida o lo intenta, se estima que se convertirá en la segunda causa de baja laboral en 2020, sólo superada por la enfermedad cardiovascular, y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología será en pocos años la primera causa de discapacidad en todo el mundo. ¿Pueden las terapias alternativas ayudarnos frente a ella?

La acupuntura tiene una larga historia de uso en China y en Japón, la teoría de la medicina tradicional china describe que el estado de salud se mantiene por el equilibrio de energía en el cuerpo; la acupuntura se realiza mediante la utilización de agujas finas, en diferentes partes del cuerpo, para corregir el desequilibrio de energía del mismo. Existe un amplio rango de estilos de acupuntura, basándose en diferentes teorías bioenergéticas, como la acupuntura tradicional, auricular, la de puntos gatillo, japonesa etc. La diferencia está en que cada una tiene una base energética y neurofisiológica, y dependiendo de esta base, así es su aplicación.

La M.T.CH y la acupuntura clásica de basa en la filosofía del YIN y el YANG y en los cinco elementos, que explican las funciones fisiológicas y patológicas según esta. También existe una acupuntura occidentalizada que incluye unos principios de neurofisiología y de anatomía en lugar de la filosofía china. En concreto para los problemas emocionales como la depresión, utilizaremos preferiblemente la acupuntura auricular, localizando puntos en la oreja en los cuales insertaremos unas pequeñas agujas. Este sistema fue desarrollado profundamente por el francés P. Noguier, con unos resultados sorprendentes en muchas patologías y especialmente en depresiones, ansiedad y adicciones.

Esta enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque la proporción sea aproximadamente de 1 a 2, y el riesgo de sufrir depresión se estima en un 3-5% para el hombre y un 8-10% para la mujer; de cualquier condición social y de cualquier edad, aunque determinados periodos vitales como la adolescencia, el posparto, la menopausia o la edad avanzada acentúen su incidencia. Numerosos estudios coinciden en señalar que el perfil del paciente depresivo se corresponde con el de una mujer de entre 20 y 55 años, que “a raiz de un problema o un acontecimiento vital traumático desarrolla sentimientos de culpa, tristeza, baja autoestima… y cuando consulta al especialista por lo general no es consciente de tener un problema emocional”, explica J.A. Arbesú, coordinador del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.

Estar deprimido es un estado que se manifiesta mucho en la actualidad, da la sensación que es algo que “esta de moda”. Pero esta característica no debe de restarle importancia ni mucho menos a la depresión en sí, que es un estado de enfermedad. Según la M.T.CH el termino depresión no existe, pero podemos decir que sí se relaciona con el concepto YU ZHEG o síndrome depresivo. Para poder entender que los chinos no hayan desarrollado la depresión en su sistema médico, tendríamos que atender a un contexto cultural según los principios de Confucio, en el que era incorrecto mostrar los problemas o conflictos emocionales en público. Con esta censura inconsciente, los orientales somatizaban los problemas psicológicos a través de un síndrome ”BI” de una falta de equilibrio entre uno y otro órgano, víscera, meridiano etc. Si en el cuerpo se manifiesta claramente un desajuste, la persona puede padecer de “depresión”, pero una vida material más simple, una estructura familiar más cerrada, una vida espiritual más presente, y la censura religiosa latente, la hacen menos frecuente por el tipo de vida más ordenada y estable.

 

SÍNDROME DEPRESIVO (YU ZHENG)

Ideas, pensamientos negativos sin capacidad de reacción y sin movimiento, en este síndrome entra la depresión mental: decaimiento, el insomnio y el no querer salir de casa, incluso de la cama, a veces con ansiedad, con una gran agonía moral, que lleva muchos años estudiándose, pero no se ha llegado a una conclusión de cómo se llega a padecer este síndrome, con lo cual el enfermo se cura solo, o no se cura, puesto que desde la psicología y psiquiatría las soluciones suelen ser bastante pobres y no se obtienen unos resultados realmente positivos, puesto que  la interpretación neurológica, endocrina etc. no han definido con claridad la depresión.

Los estudios basados en la experiencia clínica tradicional tal como se practica en M.T.CH se certifican los cuadros depresivos, los cuales son siempre expresión del desarreglo del QI (energía), es decir, de un bloqueo enzimático en áreas diferentes, siendo la imagen de un deprimido común (intensamente agitado, orgánica y emocionalmente incapacitado), la imagen exacta de un bloqueo energético integral. Los trastornos depresivos se expresan con signos y síntomas tan personales e individuales, que debemos tener en cuenta a la hora de evaluar qué eje biológico esta alterado y así proponer una  cura según su diferenciación de síndromes, ordenando dichas señales y su etiología.

 

TRATAMIENTO

El tratamiento acupuntural irá dirigido en una valoración del individuo, en relación a los diferentes factores a tener en cuenta según la M.T.CH. Buscaremos una visión holística del estado general, basándonos en el estudio de su biología, tanto física como energética, y para ello necesitaremos los cuatro elementos de diagnostico en M.T.CH: interrogación, palpación, observación y auscultación, los cuales permiten saber en qué situación se encuentra el paciente, para así realizar una estrategia terapéutica que le permita volver al estado de salud original. Puesto que en la M.T.CH no se tiene en cuenta la enfermedad, sino al enfermo, ya que toda enfermedad tiene su origen en un desequilibrio energético que le ha llevado a una somatización de dicha enfermedad, tanto en el cuerpo como en la mente. Teniendo en cuenta esta valoración utilizaremos herramientas terapéuticas, las cuales irán dirigidas a conseguir el restablecimiento de la salud, con una visión bioenergética, en la cual utilizamos la acupuntura corporal, auricular, etc., según las diferentes aplicaciones energéticas de los planos en los que la energía esté distorsionada. También utilizaremos las plantas adecuadas en relación a los síndromes biológicos, los cuales nos indicarían que órganos estarían en disfunción negativa, puesto que también esto estaría afectando al estado psicoemocional del paciente.

Para la M.T.CH el cuerpo y la mente funcionan como unidad,  y se puede enfermar tanto por una mala función orgánica como por una actitud mentalemocional negativa. También se realizarían cambios en la alimentación, puesto que esta forma parte del aporte energético que ayudará al restablecimiento de la salud, teniendo en cuenta a los alimentos, no solo por su aporte vitamínico, sino por sus cualidades energéticas.

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